Claves para instalar un plato de ducha en el jardin

Si estás pensando en instalar un plato de ducha para usarlo en los meses de verano después del clásico baño en la piscina o durante todo el año para ducharte después de una intensa sesión de deporte a continuación te presentamos los mejores consejos. Sigue leyendo para conocer las principales claves para instalar un plato de ducha en el jardín según los profesionales.
Claves para instalar un plato de ducha en el jardín
Instalar una ducha en el jardín no es excesivamente complicado pero para hacerlo con éxito resulta fundamental tener en cuenta algunos puntos. Además de elegir otros elementos como el rociador sin duda la parte fundamental de cualquier tipo de ducha inclusive las de jardín es, como vemos en ASEALIA.com, un buen plato de ducha.
Este elemento es por tanto fundamental si queremos poder utilizar nuestra instalación con total comodidad ya que el plato de ducha en el suelo es básico para completar una ducha en el jardín. Ahora bien, para poder acertar con la instalación de un plato de ducha es importante tener en cuenta su forma.
Un plato de ducha podrá ser rectangular, cuadrado, ondulado o con otros formatos diferentes aunque sin duda la alternativa más habitual serán los platos cuadrados, que podrás encontrar fabricados con todo tipo de materiales. Asimismo, si prefieres un plato de ducha con formas muy especiales la mejor alternativa para ti serán los platos de ducha de resina o también los de obra, que se pueden elaborar con madera, con piedra o con baldosas.
En relación a los materiales que se utilizan para instalar platos de ducha en el jardín puedes encontrar los platos prefabricados de hormigón, que cuentan con estructuras de varillas de acero con las que evitar que se resquebrajen y que además cuentan con acabados totalmente antideslizantes y son baratos. Asimismo puedes encontrar también platos de ducha de resina de poliéster y de fibra de vidrio.
Este tipo de platos son especialmente duraderos y antibacterianos, además de muy económicos. Son una gran alternativa con la que vas a poder elegir todo tipo de formas irregulares para tu plato de ducha. Si vas a elegir este tipo de platos de ducha para exteriores revisa siempre que incorporen acabado gel-coat ya que se trata de un tratamiento especial que los convierte en una alternativa mucho más resistente. Además este tipo de platos de ducha para jardines están disponibles en muchos colores diferentes.
Los platos de ducha pueden ser también de acero o de madera. En este caso cuentan con estructuras ranuradas que son las encargadas de evitar cualquier tipo de deslizamiento y sin duda son una buena opción porque vienen tratados para soportar mucho mejor la acción del agua. Este tipo de platos de ducha suelen venir con marcos que les hacen más estables y también mejoran su diseño al estar elaborados con acero inoxidable.
Asimismo, encontramos también platos de ducha de madera tecnológica o composite, un material especial de virutas de madera y de resinas totalmente inalterable al agua. Debes revisar además si el agua se evacúa en tu jardín de forma natural porque en estos casos puedes sustituir el plato de ducha por cualquier tipo de tarima de madera especialmente tratada para aguantar el agua. En caso contrario tendrás que efectuar las condiciones que sean necesarias en cada caso para conseguir desaguar la ducha.
Los platos de obra son también una gran alternativa para los platos de ducha de jardín. Estos platos podrás elegirlos y ubicarlos junto con un paisajista y/o albañil teniendo siempre en cuenta el sistema de drenaje y la importancia de establecer una buena conexión con el desagüe. Cabe reseñar que en este punto debe revisarse que la pendiente hacia la válvula sea como mínimo del dos por ciento para que el plato de ducha no se inunde.
Este tipo de plato de ducha se elabora siempre usando hormigón resistente, baldosas, pizarra, madera tratada etc. pero en general deben ser materiales antideslizantes y que sean resistentes al agua. Si se trata de materiales que no son antideslizantes será fundamental aplicar a posteriori un tratamiento para prevenir los resbalones.